Realizamos Trabajos Verticales en Lepe e Islantilla
Contrate Ateca Trabajos Verticales para trabajos en altura en Lepe
Empresas de trabajos verticales, Ateca Trabajos Verticales S.L. está especializada en la realización de todo tipo de trabajos en altura, ofreciendo las soluciones mas idóneas en cada caso teniendo en cuenta su situación. Para ello, Ateca Trabajos Verticales S.L. cuenta con personal altamente cualificado y preparado, estando a la vanguardia en maquinaria y materiales para la realización de los trabajos verticales en Lepe e Islantilla que pueda necesitar.
Las técnicas empleadas por las empresas de trabajos verticales como Ateca Trabajos Verticales S.L. en los trabajos en Altura permiten que estos se realicen de la forma más rápida posible y a la vez más económica.
Cualquiera que sean los trabajos en altura, que haya que realizar, estos están sometidos a grandes riesgos. Riesgos que en Ateca Trabajos Verticales S.L. evaluamos de forma previa aportando al mismo tiempo las soluciones más eficaces con la utilización de técnicas así como de conocimientos necesarios para desarrollar eficazmente los trabajos verticales en Lepe e Islantilla de la forma más segura.
Las empresas de trabajos verticales que trabajamos en Lepe e Islantilla ofrecemos una gran variedad de servicios. Muchas personas sólo relaciónan nuestro tipo de empresa con los trabajos que se realizan cuando operamos colgados con las cuerdas, pero aunque ese tipo de trabajos es cierto que nos definen, nos dedicamos a una amplia lista de tareas. Entre los servicios que podemos ofrecer se pueden destacar los siguientes (siempre previo estudio y presupuesto):
Renovación y reparación de tejados. Trabajos en torres y estructuras de telecomunicaciones. Rehabilitación, mantenimiento y restauración de fachadas y patios de edificios. Trabajos poda de árboles y plantas. Mantenimientos Industriales. Estabilización de taludes, frentes rocosos, etc. Evaluación y elaboración de informes técnicos. Formación en técnicas de trabajos verticales. Instalación de líneas de vida y sistemas de seguridad. Trabajos en espacios confinados (silos, pozos, instalaciones industriales, etc.). Rehabilitación, mantenimiento, reparación de Monumentos y Patrimonio. Restauración de patrimonio histórico. Instalación de lonas y demás elementos publicitarios. Instalación de sistemas contra aves, plagas, etc. Obra civil, trabajos en puentes, presas, puertos, etc. Instalaciones de aparatos de aire acondicionado y sistemas de refrigeración. Instalaciones de gas, fontanería, electricidad, etc. Instalaciones de toldos y elementos ornamentales. Limpieza de muros cortina, fachadas, cristales, etc. Limpieza de sistemas de ventilación, chimeneas, etc. Mantenimiento de estructuras, instalaciones, torres, etc. Mantenimiento y limpieza de aerogeneradores. Reparación y protección de estructuras de hormigón. Revoco y rehabilitación de parámetros. Sellados de juntas, impermeabilización, etc. Trabajos de desmantelamiento de zonas con amianto. Trabajos en medios subacuáticos. Venta de equipos para trabajos verticales. Venta de equipos para trabajos verticales y en altura.
Los trabajos verticales no son peligrosos
Trabajamos en Lepe e Islantilla ofreciendo seguridad. Hay una idea generalizada entre muchas personas que no conocen a fondo los trabajos verticales que es esta: las personas que trabajan haciendo trabajos verticales se juegan la vida y quizás es cuestión de suerte o la casualidad que no se conozcan casos de accidentes laborales o se trate de casos aislados.
Hay que tener en cuenta que los trabajos verticales constituyen una actividad completamente distinta de actividades de montaña como la escalada, el alpinismo o la espeleología.
El nivel de seguridad con el que se trabaja en el sector de los trabajos verticales verticales es notablemente superior al de las citadas actividades deportivas. El uso de una segunda cuerda de seguridad es quizás el elemento diferenciador más destacado.
Todo lo dicho sin olvidar que el peligro existe, pero el riesgo asumido es bajo cuando no se deja atrás ninguna medida de seguridad. Para obtener la explicación técnica que sostiene este concepto de máxima seguridad está basada en el control de dos conceptos, el peligro y el riesgo:
Entendemos por peligro la fuente o situación potencial de daño en términos de lesiones o efectos negativos para la salud de las personas.
Y entendemos el riesgo como la combinación de la probabilidad y sus consecuencias que se derivan de la ejecución de un acto peligroso especificado.
Los peligros se identifican, los riesgos se evalúan.
Si hablamos de trabajos verticales, podemos afirmar que la peligrosidad es alta. En la mayoría de los casos, una caída es sinónimo de muerte.
Sin embargo, el riesgo asumido es bajo ya que los protocolos actuales bajo los que trabajan los técnicos de las principales asociaciones profesionales privadas —como por ejemplo ANETVA— son tremendamente estrictos en lo que a redundancia de los sistemas de seguridad se refiere.
Es muy importante destacar que los pseudoprofesionales o empresas pirata del sector operan con técnicas propias no auditadas ni adaptadas a la normativa, normalmente tomadas directamente del mundo deportivo.
Para hacer un simil fácil de entender, realizar trabajos verticales es como conducir un coche por una autopista: el peligro que se corre en caso de accidente por no atender las medidas de seguridad son altas, pero la probabilidad de que se materialice unaccidente es más bien baja si guardamos las medidas de seguridad.
Trabajamos en Lepe e Islantilla
Máxima seguridad y tranquilidad para los trabajadores
En su apartado 4.4.1.c de su anexo II establece que “la cuerda de trabajo estará equipada con un mecanismo seguro de ascenso y descenso y dispondrá de un sistema de bloqueo automático con el fin de impedir la caída en caso de que el usuario pierda el control de su movimiento”.
El “sistema de bloqueo automático” hace aquí referencia a la función “manos libres”, que permite detener el descenso automáticamente si el usuario suelta voluntaria o involuntariamente el dispositivo.
En cambio, la función antipánico (que permite detener un descenso cuando se aplica un exceso de fuerza en el accionamiento de la palanca de descenso) no es requisito obligatorio para cumplir con la norma EN 12841 y por ende con los requisitos esenciales de seguridad de la directiva 2001/45/CEE.
Sin ir más lejos, el Rig de Petzl no incorpora esta función y cumple sin embargo con la norma. Contraprestaciones como ésta—o como los sistemas anti-error en la colocación de la cuerda en los dispositivos— sólo ponen de relieve el interés de algunas marcas por desarrollar productos de calidad yendo incluso más allá de las exigencias de la norma.
No hay que ser un escalador o alpinista para trabajar en empresa de Trabajos Verticales.
Tradicionalmente, las empresas de trabajos verticales se han formado con profesionales que procedían del mundo deportivo o montañismo, como son los escaladores, alpinistas, espeleólogos, o barranquistas han sido desde siempre algunos de los perfiles más comunes entre los técnicos verticales.
Es por eso que los trabajos verticales como actividad profesional procede de estas actividades de montaña: fue a partir de mediados de los ochenta y sobre todo durante los noventa, cuando estos escaladores, alpinistas o espeleólogos, que profesionalmente también eran albañiles, fontaneros o pintores decidieron aunar sus conocimientos deportivos y profesionales y empezaron a aplicar las técnicas deportivas al ámbito profesional: nacían los trabajos verticales.
Hoy en día las cosas han cambiando radicalmente. Si bien los amantes de la montaña siguen siendo un perfil habitual cuando hablamos de técnicos de trabajos verticales, son muchos los profesionales que están haciendo el camino inverso: fontaneros, albañiles, soldadores, pintores, etc sin ninguna relación con la montaña que un buen día deciden o necesitan formarse en trabajos verticales para mejorar su situación laboral. No hace falta decir que estos profesionales son tan competentes como cualquier escalador reconvertido a verticalero.
Esta evolución en parte se debe a la labor de las asociaciones privadas de trabajos verticales, como ANETVA o IRATA, que con el paso de los años han conseguido un sector preparado a nivel técnico y muy profesional.
En nuestro caso alrededor del 90 % de los alumnos inscritos en los cursos de trabajos verticales que impartimos no tienen relación alguna con el mundo de la montaña.